lunes, 9 de junio de 2008

se terminan los dinosaurios

el sábado falleció Bernardo Neustadt, uno de los mayores símbolos de la Argentina que no queremos, de derecha cuando mandaba la dictadura, ultramenemista en los 90`s y cadáver mediatico en los últimos años

no es bueno alegrarse de la muerte de nadie, pero mas de uno del periodismo actual deberia tomar nota, para no repetir errores

pego acá la nota del diario Critica que escribió Lanata, vale la pena leerla

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La muerte de Bernardo Neustadt
Ese viejo temeroso tenía carisma y un gran poder de comunicación. Vivió y murió solo. Si puede, que descanse en paz. Jorge Lanata.


Un día, hace diez años (aunque nunca me crean con las fechas) llamó Neustadt. Bernardo Neustadt me invitaba a almorzar. Almorzar iba a llevarnos mucho tiempo y cierta intimidad. Le dije a mi secretaria que propusiera un café en su oficina de Puerto Madero. Dos o tres días después, yo estaba ahí, parado frente a un inmenso cartel que decía Neustadt, en pesadas letras de molde. “Neustadt”, en letras grises, como las del logotipo de un banco. Dijimos cosas circunstanciales hasta que Neustadt –que hablaba moviéndose y de pie, mientras yo estaba sentado frente al escritorio– me preguntó:

–¿Y usted qué cree que tengo que hacer?

–¿Perdón?

–¿Qué cree que tengo que hacer con el tema de la televisión?

“El tema de la televisión” era el asunto del que todos hablaban en esos días: Telefe le había propuesto firmar un contrato por rating, en el que lo obligaba a no bajar nunca de los 12 puntos. En caso contrario, levantaban Tiempo nuevo. Con Menem fuera del poder, Neustadt había iniciado su lento pero inexorable declive. Telefe vivía el comienzo de la fiebre de las novelas costumbristas, los realities, los megaprogramas de veinte o treinta puntos.

–¿Qué cree que tengo que hacer con el tema de la televisión?

La escena era un poco bizarra: ¿qué hacía yo, en esa oficina, con Neustadt, y cómo podía ser posible que él me preguntara a mí qué hacer?

–¿Usted tiene plata en el banco? –le dije. Neustadt sonrió, benevolente.

–Sí, claro.

–Entonces deje.

Me miró.

–Deje. Deje ahora. Porque lo van a destruir.
La televisión es una mierda –me dije mientras salía de Puerto Madero. Ahí estaba su mejor alumno, el tipo que había hecho durante años todo el trabajo sucio para todos y no le daba, siquiera, un par de meses de rating bajo. Treinta años después, ni eso se había ganado.

Ese tipo, solo, rodeado de mujeres que redecoraban sus casas de Punta del Este, que luchó en sus últimos años hasta la desesperación para tener prestigio entre sus pares o entre los estudiantes de comunicación, comenzó a hablar bien de mí en los reportajes. Yo, desde lo pequeño, odiaba que me mencionara. Me parece que nadie puede estar orgulloso de su odio. Deberíamos avergonzarnos de odiar; es algo que nos sujeta, nos quita libertad y nos vuelve mínimos.

El sábado a la tarde, el chat de Google en mi máquina explotó: “¿Te enteraste?”, “¿Viste lo de Neustadt?”.
En una habitación de hotel en Asunción del Paraguay vi a la madrugada la repetición de un excelente programa de TN: Tiene la palabra,con Bernardo Neustadt. Alfredo Serra, Luisa Valmaggia y Ernesto Tenembaum, entre otros, preguntaban. Ahí estaba otra vez Neustadt hablando bien de mí. Lo que se veía era un viejo un poco triste, un poco asustado, ansioso por explicarse, con pantalón de vestir y alpargatas azules, citando a Gandhi. “Es una paradoja –observó Tenembaum, con inteligencia–, en la época de Gandhi usted hubiera apoyado a los ingleses.”

Durante la emisión, el túnel del tiempo trajo a mi memoria otro programa: una entrevista del primer Día D con Grondona, en la que le pregunté si respetaba a su eterno compañero. Grondona se sorprendió, molesto, y tardó cinco segundos en responder. Cinco segundos son una eternidad.
Cinco segundos.

–No –me dijo–. Respetarlo, no.

Ahora ya es de mañana y sigo, en el mismo cuarto, mirando el noticiero. Grondona y otros desfilan por la casa de Martínez que Neustadt bautizó Tiempo Mío, y todos se llenan la boca con palabras vacías. Ese viejo temeroso que murió tenía carisma y un gran poder de comunicación. No lo usó para la gente sino para el poder. Pensó que estaba bien así, pero ¿quién no piensa que lo que uno hace siempre es lo correcto? Vivió y murió solo. No le sirvió para nada tener plata en el banco. Si puede, que descanse en paz.

18 comentarios:

La candorosa dijo...

Excelente idea la de transcribir lo escrito por Lanata, puesto que en sus palabras lo ha recordado con objetividad y respeto.

Yo reiteraría: "si puede, que descanse en paz".

Saludos.

Stanley Bing dijo...

hay que tener los huevos, en el caso de Lanata del tamaño de la panza para hablar así de un muerto.... Lo admiro por eso.... por lo general los que se muriron fueron todos buenos.

el capitán beto dijo...

el gordo es un genio... ¿se esta volviendo zurdito ud?

salud y buenos alimentos

Notengo dijo...

ni muerto puede estar en paz neustadt... para mí era un atormentado (no era para menos, tampoco).

r.- el corre ambulancias dijo...

candorosa: realmente, no creo que pueda descansar en paz, y tampoco creo que se lo merezca

stanley: mi abuelo siempre decia que Gardel canta cada dia mejor porque se murio

sandro: no, zurdito no; pero si creo que el gordo es un genio, y por mas que sea de derecha, nunca jamas hay que dejar de aprender de todos

constanza: totalmente de acuerdo

LocaComoTuMadre dijo...

Serè mala persona, pero a mi ni me hizo cosquillas su muerte...

uno menos.

ani. dijo...

demoños! me mandé un comentario de veinte líneas y se perdió en el éter!! trataré de rehacerlo.

Este hombre tuvo la mala idea (para mí) de morirse el mismo día que mi viejo, con lo cual será siempre día de duelo en mi casa. De todos modos, creo que la muerte, ninguna, debería regocijarnos nunca. Tampoco constituye ningún castigo, es una avatar por el cual todos pasaremos, y es aquí donde deberían pagarse los daños hechos ante la falta de pruebas de la existencia de otra sucursal.
Pero ¿podemos saber si pagó o no? Tal vez sí, con su soledad, el dinero que nunca sirve a la hora señalada, la falta de respeto de sus pares que tanto deseaba, tal vez con la beneficencia que dicen que hacía. A lo mejor pagó, los caminos son misteriosos y los precios no son iguales para todos.
El mundo se equilibra de maneras imperceptibles a simple vista.
Che, te pido algo: ¿me explicás en un post qué entendés por "ser de derecha" hoy acá? ;)
Saludos

r.- el corre ambulancias dijo...

locacomotumadre: uno menos, tal cual

ani: prometo hacerlo, pero seguramente sea un sabado :D

Germanico dijo...

Muy buena la evocación de Lanata. Tuvo poder para el poder, no para la gente, creo que es la exacta descripción de lo que Neustadt fue.

Saludos

yo dijo...

lanata es un boludo a pedales y con el troesma que no se meta.

Un tux suelto dijo...

Los mejores pueden decir que Bernardo era un camaleón político, característica casi Universal entre los dirigentes políticos y los periodistas que lo siguen a éstos.

Pero Lanata me cae bien...

Covolta dijo...

Tal cual, ni siquiera se merece descansar en paz.

Araña Patagonica dijo...

-Lo dejamos ahi??

-No, mejor enterrarlo bien profundo, a ver si saca la mano.

Chiru dijo...

el gordo no podría haberlo dicho mejor

Sr. Verdad dijo...

Muy buena nota, la verdad que lo pinta de cuerpo entero, ya que solo le conociamos un testiculo.
Te felicito R, muy buena decision.

Anónimo dijo...

Yo quise aportar lo mio desde otra perspectiva en mi post, pero Lanata lo definio en dos palabras.

PD: Se comio a andrea del boca!!

Cameron West dijo...

cosecharas tu siembra dicen

Anónimo dijo...

Excelente. Realmente.

Pendeja y todo algo de cómo son las cosas sé. Solo, plata en el banco... y gente de mierda alrededor. Es suficiente.